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¿Cómo observar el cielo nocturno?

Observar el cielo de noche es una experiencia única y fascinante. Una gran parte del encanto de esta actividad es que todos podemos hacerla, pues el espacio está allí arriba y solo tenemos que alzar la vista para observarlo. ¿Pero y si queremos hacerlo

Observar el cielo de noche es una experiencia única y fascinante. Una gran parte del encanto de esta actividad es que todos podemos hacerla, pues el espacio está allí arriba y solo tenemos que alzar la vista para observarlo. ¿Pero y si queremos hacerlo de una forma más completa? ¿Cómo podemos sacarle el máximo partido?

La astronomía pide paciencia y un aprendizaje gradual, sin precipitarse. No solo necesitas un telescopio o unos binoculares, sino que hay mucho más allá de eso. Y, por ese motivo, en Aire Libre queremos ayudarte a encontrar la mejor forma de deleitarte con la observación astronómica.

Conoce el cielo

Antes de hacerse con un instrumento para la exploración, es importante saber reconocer el cielo nocturno. Al fin y al cabo, es lo que vas a explorar y es más interesante si sabes qué estás viendo. Por ese motivo, es importante conocer la posición general de las estrellas y de las constelaciones que la conforman, los movimientos y elementos más básicos, las diversas ubicaciones…

Tras tener esto claro y saber cómo localizarlo, es cuando puedes observar todo aquello que hay en el cielo profundo. Podrás ver los cúmulos estelares, las nebulosas y las galaxias.

Tras tener todo esto claro, después viene el resto de la formación. Si quieres que sea algo más que un simple hobby, es interesante consultar libros especializados, asistir a actividades del planetario de tu ciudad, y consumir recursos astronómicos.

Hay que conocer el cielo para saber qué es lo que miras, dónde está lo que buscas, el aspecto que tiene un astro. Familiarízate para sacarle el máximo partido a tu instrumento.

Los binoculares para observar el cielo de noche

Aunque no es tan habitual hablar de ellos, los binoculares son una opción muy recomendable para empezar a observar el cielo. Si tiene bajos aumentos, visión natural y un gran campo visual, será la herramienta perfecta para dar los primeros pasos en la astronomía.

Hay de todo tipo, aunque los más interesantes para esta actividad son los de 7×50 o 10×50. El primer número te dice cuál es el aumento y el segundo, su diámetro. Aunque con otras medidas también serviría, estos son los que tienen más equilibrio en cuanto a la luminosidad, el aumento y el campo visual.

Si te interesa este tipo de prismáticos, los Nikon Aculon A211 serán ideales para ti. Cuentan con un diseño muy elegante, tienen unas lentes asféricas que hacen que la distorsión sea mínima y también está recubierta con una multicapa para que las imágenes se vean más potentes. Y si lo necesitas, puedes fijarlo a un trípode.

Por supuesto, también hay otros que son más potentes, como los de 20×80. Pero hay que pensar que, cuanto más aumento y más diámetro, menos campo visual tendrá. Además, suelen ser más grandes y pesados, por lo que necesitarás un trípode para disfrutar con una mayor comodidad. Eso sí, son una opción muy buena para los que están interesados en ciertos aspectos del cielo o que prefieren ver con más detalle.

Aunque si te interesa este tipo de prismáticos porque prefieres ver cosas más concretas, los Skymaster son perfectos. Usa unas ópticas totalmente tratadas y tienen una protección especial. Tienen objetivos de gran diámetro, sus ópticas han sido tratadas con múltiples capas y pueden acoplar filtros para reducir el brillo de la luna e, incluso, atenuar los reflejos por encima del agua.

Los telescopios

Sin duda, cuando pensamos en observar el cielo de noche, lo primero que se nos viene a la cabeza es un telescopio. La verdad es que es un gran instrumento, aunque es más complejo de lo que creemos. Son más grandes y potentes que los binoculares, ya que tienen lentes de mayor diámetro. Esto les permite tener imágenes más brillantes y detalladas, además de poder ver más astros.

Y elegir un telescopio tampoco es sencillo, pues tenemos dos grandes tipos. El primero es el de los telescopios refractores, es decir, los telescopios por los que observamos a través de la parte trasera del tubo. El otro es el reflector o newtoniano, el cual tiene un espejo primario que colecta la luz de los astros y que está en la parte de abajo del todo, y uno secundario, más pequeño. En este tipo de telescopio, se observa por la parte delantera del instrumento.

¿Cuál es mejor? Ambos tienen sus ventajas y desventajas. Los refractores o acromáticos son excelentes para observar planetas, la luna y las estrellas dobles. Por otro lado, los reflectores, además de eso, nos dan un color perfecto, ya que no cambian los colores. Si bien es cierto que estos últimos son muy sensibles a los cambios de temperatura, se soluciona aclimatándolo al menos media hora antes de la experiencia.

Entre nuestras recomendaciones está el Astro FI 130, un telescopio reflector que puedes controlar desde tu teléfono o tableta. Pero no solo eso, sino que tiene una gran tecnología para que la experiencia al observar el cielo de noche sea única.

En cuanto a una opción refractora, el Inspire 100AZ es perfecto para los que estén interesados en hacer alguna fotografía terrestre o lunar. También se adapta al smartphone y, además, tiene una configuración muy sencilla. Ideal para quien busquen una experiencia completa.

Ahora que ya sabes todo sobre observar el cielo nocturno de noche, solo queda que te hagas con el mejor material. En Aire Libre puedes encontrar todo lo necesario para tener una experiencia única. ¿A qué esperas?

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